El cobre, un aliado del medio ambiente

Las propiedades de este metal contribuyen al cuidado del medio ambiente.

El cobre es un metal presente  en nuestra vida cotidiana. Como conductor de electricidad se encuentra en nuestros hogares, en el equipo de audio, teléfono, computador, pero también se utiliza en los generadores, motores, equipos de comunicación y sistemas de comunicaciones y hasta en paneles solares, como un recurso clave en las energías renovables.  

Una de sus ventajas más relevantes es que resulta un gran aliado para el cuidado del medio ambiente. 

Dado que tiene una larga vida útil, es un metal 100% reciclable y reutilizable. Esto es debido a que  no pierde sus propiedades luego de este proceso y conserva su conductividad eléctrica. 

Se estima que 9 millones de toneladas de cobre son recicladas por año, es decir que el 35% de la demanda global de cobre puede ser satisfecha gracias a su reciclaje. 

Reciclar cobre trae beneficios ambientales, vinculados a la economía circular, una manera de redefinir el crecimiento con énfasis en los beneficios para toda la sociedad. Durante este proceso se genera hasta 85% menos de energía que durante la producción primaria de extracción del metal virgen. Esta reducción se traduce en un ahorro de 100 millones de MWh de energía eléctrica y de 40 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

La productividad del reciclaje junto con el ahorro de energía ayudan a reducir la capacidad industrial para su producción disminuyendo el tamaño de algunos equipos, ayudando a utilizar una menor cantidad de materia prima y de menos recursos naturales. 

Para recuperar y reutilizar el cobre se procesa una gran cantidad de productos electrónicos para extraerles varios metales. Y a partir del metal reciclado se da vida a nuevos productos, lo cual reduce la cantidad de desechos, entre otros beneficios. 

¿Cómo ayudamos a una producción sostenible?

Durante la actual etapa de factibilidad del proyecto El Pachón nos encontramos estudiando y monitoreando el medio ambiente bajo un sistema de gestión sólido que redunda en  el uso eficiente de los recursos naturales y preserva la biodiversidad. 

Los análisis realizados durante este período se incluirán en el Informe de Impacto Ambiental que se presentará en 2022.